Arriba Ken, el aquietamiento, la montaña
Debajo Ken, el aquietamiento, la montaña
Solución general: Lo masculino (trazo yang) se halla arriba, lugar que le corresponde. Lo femenino (trazo ying) se hallan abajo, lugar que les corresponde. Así, cuando después del movimiento o de la agitación cada cosa ocupa su lugar, hay quietud. Aplicado a la vida humana este signo representa el problema de alcanzar la quietud del corazón.
La quietud no es resignación, ni pasividad. La quietud es mantener la serenidad interior en cualquier circunstancia, y además, mantenerse quieto o moverse según lo requiera la situación. La realidad es cíclica, y este signo representa el fin y el comienzo de todo movimiento. Primero debemos aquietarnos interiormente. Cuando nos hayamos aquietado interiormente podremos dirigirnos al mundo exterior. Ya no veremos en él la lucha y el torbellino de las pasiones, de los deseos, de los orgullos, de las luchas por los intereses egoístas, sino que seremos dueños de nosotros mismos, de nuestros actos pues ese mundo exterior no determinará ni nuestra conducta, ni nuestra actitud, ni nuestro estado de ánimo. Comprenderemos las grandes leyes del acontecer universal y así sabremos tomar siempre la actitud adecuada, así actuaremos siempre correctamente.
Mutaciones
(se leen de abajo arriba)
Mutación de la línea 1:
Antes de moverse se debe reflexionar sobre cual es el rumbo que queremos seguir. Se debe estar atentos a las influencias que sobre nosotros puedan ejercer elementos negativos tales como los intereses egoístas o la ambición.
Mutación de la línea 2:
Cada uno tiene que seguir su propio camino y cometer sus propios errores. Si no nos hacen caso se debe dejarlos que la experiencia les enseñe sus duras lecciones.
Mutación de la línea 3:
Debemos controlar la agitación de nuestro corazón. La agitación es fuego, y cuando se reprime se convierte en humo que se extiende de forma asfixiante. Eso nos indica que aunque es conveniente practicar ejercicios de meditación, no deben convertirse en algo doloroso.
Mutación de la línea 4:
Debemos olvidar nuestro ego, lo cual constituye mayor grado de quietud. Todavía no podemos olvidarnos del todo, pero si mantenemos la intención de lograrlo estaremos en el camino correcto.
Mutación de la línea 5:
Se debe tener mucho cuidado con lo que decimos, sobre todo cuando estamos en situaciones peligrosas, cuando no estamos a la altura de las circunstancias.
Mutación de la línea 6:
La verdadera quietud se alcanza mediante la grandeza interior, mediante una vida austera y sencilla.
http://www.mesopotamia-2001.com/iching/html/52.html
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