

Solución general: Este signo nos presenta una situación cuya imagen es la de un recipiente cuyo contenido se ha podrido y está lleno de gusanos. Se trata de una situación que nosotros mismos hemos provocado debido a nuestra desidia, a nuestra dejadez, a nuestra negligencia, a una inercia rígida. En este signo, lo suave se ha convertido en debilidad ante nuestros propios defectos, y la firmeza de la montaña en una pasividad rígida.
Cuando sufrimos algunos contratiempos fruto de nuestros errores, sobre todo si ese sacudimiento es una critica, muchas veces reaccionamos de forma infantil y nos volvemos contra aquellos que nos han sacudido. Esto es un error, incluso cuando quien nos sacude abusa de su poder, es muy duro con nosotros o nos trata injustamente, el sacudimiento debe ser visto como un aviso para enmendar nuestros errores. No utilicemos nunca la dureza del castigo o la injusticia del trato como una excusa para justificar nuestros actos.
Mutaciones
Las líneas se leen de abajo arriba.
Mutación de la línea 1:
El error todavía no ha causado grandes males. Así la rectificación resulta fácil. Sin embargo, hay que ser muy conscientes del peligro y evitar toda inercia, toda pasividad.
Mutación de la línea 2:
Las faltas cometidas se han debido a nuestra debilidad. Debemos rectificar utilizando la suavidad, la delicadeza, con consideración pues la falta de tacto podría causar daño a los demás.
Mutación de la línea 3:
Si a la hora de rectificar nuestros errores utilizamos demasiada energía, surgirán conflictos. Sin embargo, es mejor el exceso de energía que la debilidad, por eso, a pesar de lo anterior, finalmente todo saldrá bien.
Mutación de la línea 4:
Quien no afronte las consecuencias de sus errores y no emprenda el camino para rectificarlos, tendrá que afrontar la humillación.
Mutación de la línea 5:
Cuando no tenemos fuerzas para remediar nuestros errores, pero se busca ayudantes para ello, seremos elogiados. Lo importante es tener la intención de remediarlos.
Mutación de la línea 6:
Solo aquél que esta orientando su vida a conseguir las mas altas cumbres de la espiritualidad tiene una justificación para abandonar los asuntos mundanos.
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